3.17.2015

Donde nunca llegamos.

Joder, ¿otra vez?

Hace tres años y medio que escribo en este blog. Mi vida ha cambiado mucho, muchísimo. He aprendido de todo. Me he caído mil veces, me he levantado mil y una. Todas diferentes, pero con un factor común: su protagonista.

He aquí el problema de todo: yo. Analizando las entradas, recordando algunos de los capítulos de mi vida, me doy cuenta que cambian los problemas, cambian las situaciones, pero yo sigo ahí, cual gilipollas. Sigo sintiéndome de la misma forma. He apartado a gente de mi vida, me he juntado con otra nueva... Pero ese sentimiento sigue ahí. Eso sólo me lleva a pensar, que soy yo el que tiene el problema. Soy yo el que debe lidiar con ese egocentrismo privado.

Cómo, eso ya es otra cuestión. No sé cómo enfrentarme a todo ello. Me siento en un bucle infinito del que me resulta imposible escapar. Siempre escribiendo sobre lo mismo. Estoy hasta el rabo, en serio.

Desearía poder levantarme una mañana, habiendo olvidado todo eso. Creo que, por una vez, necesito encontrar a alguien que sepa escucharme, que aprenda a quererme y que no me juzgue por mi pasado. No sé, creo que siempre intento dar lo mejor de mí, y recibo actitudes que no me merezco. Quizás sea yo el único que piense así.

Muchas veces llego a sentirme utilizado, sirviendo como puerta de acceso al mundo que me rodea. Es un sentimiento que me viene de hace tiempo. En fin, no sé. Quizás haya nacido para vivir como un ser solitario. Quizás esa sea lo mejor que me pueda pasar. Porque aunque nunca lleguemos a ser algo, yo nunca pierdo la ilusión por ello.

2 comentarios:

  1. Lo importante es que no pierdas la ilusión, ya llegará alguien que te escuche y te quiera por como eres. Un beso y ánimo!

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