Y aunque tú quieras que esto sea un adiós, para mí no lo será nunca.
Porque jamás voy a poder olvidar cómo me mirabas.
Jamás voy a conocer a nadie que me trate como tú hacías.
Jamás voy a sentir por nadie lo que por ti he sentido.
Jamás olvidaré cómo se siente el calor de tus labios con los míos.
Porque, a pesar de todo, son muchos los recuerdos.
Y porque, a pesar de todo, soy el imbécil que aún está dispuesto a decir te quiero.
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