¿Otra decepción?
Necesito tiempo. Tiempo para mí, para pensar, aclararme. Necesito olvidarme de todo lo que me rodea por un instante: familia, amigos, responsabilidades... y pensar.
Diferenciar entre aquello que quiero, y lo que no. Buscar nuevas motivaciones, alejarme de las preocupaciones. Y es que sigo sin comprender estos días de bajón que me dan. Tengo demasiados motivos para sonreír, y muy pocos para no hacerlo. Pero hay días que, inevitablemente, me siento apagado.. sin brillo, sin luz propia.
Y es que no puedo hacerlo todo a la vez. Intentando llegar a todo, sin llegar a nada. Céntrate, anda. Prioriza. Poc a poc i ja vorem.
Quiero volver a mi rutina. Algo programado donde no tenía que pensar en lo que venía antes y en lo que iba después. Nunca se me ha dado bien improvisar, aunque creo que debería hacerlo más a menudo.
Así que, si algún día desaparezco de mi rutina, no os preocupéis... estoy improvisando.
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