8.28.2016

Lo dejas o lo tomas.

Ya tocaba volver.
Demasiado tiempo sin pasarme por aquí, sin quejarme.

Y todo... ¿para qué? ¿Estamos volviendo a lo mismo de siempre? ¿A esa burda historia que no hay manera de dejar que se repita? Sigo cansado de todo esto, de no poder llevar a cabo lo que me propongo.

Aunque, la verdad, sigo creyendo que yo no tengo la culpa de esto. Que siempre es la gente me rodea, los distintos capullos con los que me topo. Gente que sólo intenta confundirte y apartarte de tu verdadero camino, de ése que el destino ha preparado para ti. Porque sí, siempre he sido el típico imbécil que cree en el destino, que piensa que tiene algo bueno guardado para mí.

¿Y si me equivoco? ¿Y si, en realidad, esto es lo que me va a tocar aguantar durante toda mi vida? Me niego a ello. Me niego a creer que no hay nada que hacer. Supongo que todo es cuestión de centrarse, de focalizar toda la energía en el mismo punto. Pero de verdad, en un punto. Dar lo mejor de ti para llegar hasta él. Fijarse objetivos, y cumplirlos. Priorizar.

Pero joder, todo eso ya lo hago. El problema no lo tengo yo. El problema está en el resto de la humanidad, que no tiene claro lo que quiere. No sabe priorizar. O quizás sus proridades no sean las mismas que las mías, y es ahí donde entramos en conflicto. Sí, será eso. Que soy demasiado virgo para esto. Ay, qué feliz y qué cansado estoy de serlo.

En fin. Sobreviviré, como siempre, hasta que algo mejor llegue. Porque llegará. Lo sé.




'Y es que así no encuentro la manera,
de hacer que alguien como tú me quiera.
Qué le vamos a hacer, no sé.'