9.30.2014

Me haces feliz.

Creo que con esa frase podría resumir estos dos meses.

No eres perfecto, ni pretendo que lo seas. Me gustas así, con tus tonterías, tus comeduras de cabeza... Aunque reconozco que a veces me pones muy nervioso, no sé cómo tratarte, ni cómo acercarme a ti. Intento hacerlo lo mejor posible, siendo comprensible e intentando entender todo eso que estás dispuesto a compartir conmigo.

No sé, me cuesta expresarme. Me cuesta decirte todo eso que me haces sentir. Pero me gusta expresarme a mi manera: con un abrazo, un detalle, o un beso que te haga ver que todo va bien y que estoy ahí para ti. Y me gusta saber que estás evolucionando, que estás dispuesto a ser mejor, a valorar esas pequeñas cosas que a mí tanto me gustan.. y, sobretodo, que quieras compartirlas conmigo.

¿Sabes? Esto es algo que nunca te he dicho, pero me encanta mirarte. A veces paso largo tiempo mirando alguna foto nuestra, recordando nuestras conversaciones y, claro está, sin dejar de sonreír.



Eres imbécil, lo sé. Pero un imbécil que me hace feliz.


9.06.2014

22.

Y aquí estamos, otro año más.

Noches como las de ayer son las que me hacen darme cuenta de quiénes son mis verdaderos amigos. De quién está ahí, no solo a diario, sino también para celebrar esos bien avenidos veintidós. Me alegra saber que puedo contar con todos ellos, que van a estar ahí para cuando los necesite, al igual que voy a estar yo para cuando ellos me necesiten.

Y mi familia, qué decir de ellos.. que son lo mejor que tengo. Y que no la cambio por nada del mundo.

Al resto de personas, esos que sólo se dedican a criticar, a intentar joder a los demás, algunos de ellos por los que te desvives sin respuesta alguna. A todos vosotros: comedme el rabo.

Yo seguiré siendo como soy, con mis virtudes y mis defectos, pero yo. Fiel a mí mismo y a los que me rodean. Intentando ser, cada día, un poco mejor. Apoyando, y apoyándome en toda esa gente que me rodea y que quiere todo lo bueno para mí.

Nada más. Ahora me dedicaré a ser feliz porque, pase lo que pase, nunca perderé la sonrisa.

9.04.2014

La superficialidad de la sociedad.

Creo que el título lo dice todo. Porque está claro que la sociedad no se mueve más que por gente superficial cuyos únicos intereses son los propios.

¿Por qué? ¿Por qué la gente se empeña en aparentar algo que no es? ¿Por qué pretenden ocultar con tanta desfachatez la realidad de su vida? Es algo que siempre me he preguntado. Si hay algo que no te gusta de tu vida, cámbialo. Tú mismo eres dueño de tu futuro, de tu apariencia, de tu entorno.

Y es que cinismo y egoísmo van de la mano en esta hipócrita sociedad. Qué cansado es esto de tener que soportar a toda esa gente llena de drama y ambición. Gente fría, sin sentimiento, que haría cualquier cosa por ser el centro de atención, aunque durase un solo instante. Gente capaz de pasar por encima de los demás con la única finalidad de alcanzar la gloria... una gloria que se desvanece.

No sé, siempre me he sentido raro en esta sociedad. Quizás soy demasiado sensible, demasiado poco ambicioso. El hecho es que hago lo imposible para sobrevivir. Y aquí voy a seguir, imbatible, con una sonrisa que sea capaz de terminar con toda esta falsedad que me rodea.