Ser valiente.

Respeto, confianza, sentimiento, desdicha.

Ya no sé ni lo que digo, ya no sé ni lo que hago. No sé qué pienso, no sé en qué vivo. Sólo intento sobrevivir en este mundo de hipocresía e irrealidad. ¿Dónde acabaremos? Quién sabe.

Somos valientes. Valientes por enfrentarnos a aquello que más duele, a todo eso que nos hace débiles pero nos vuelve aún más fuertes. Escribo tal cantidad de sinsentidos que ni soy capaz ni de recordar.

Pensamiento, palabra u omisión. Sólo sé que ahora eres tú, que mañana seré yo, y que nunca será suficiente para los dos.

Y no, no intentes encontrarle sentido a estas palabras. Sólo un corazón como el mío sería capaz de sentir todo aquello que no digo, todo aquello que no hago, todo aquello de lo que me arrepiento, y de lo que nunca he hablado.

Veinte.

Suelen llamarse veinte primaveras. En mi caso, unos mal llevados veinte veranos.

No me considero nadie especial, sólo un imbécil más intentando ser feliz. Tengo muchos defectos, pero supongo que los suplo con alguna que otra virtud. Eso es lo que intento aportar al mundo, y a la gente que me rodea. Quiero poder hacer su vida un poco más feliz.

Hoy es el día. El día en que llego a esos veinte veranos. Cada día hay que encontrar al menos una razón por la que sonreír. Yo, hoy, ya he encontrado la mía.

'Nothing is forever', then what makes love? Love exception.

Delincuentes.

Volver. Volver allí donde siempre seré feliz.

La vida es un largo y duro camino. Un laberinto donde nunca sabemos si la dirección que escogemos nos llevará donde realmente queremos que nos lleve. No sabemos qué nos tiene preparado el destino, ni lo que puedes encontrar hasta llegar al final del camino. ¿Sentimientos? Sentimientos que se desvanecen a lo largo del trayecto. Gente que dejas atrás, y que si se cruzan los caminos, podrás volver a encontrar. Gente que te acompañará hasta el final. Y muchos otros que irán cayendo. No todos tienen la capacidad de sobrevivir, de seguir a tu lado. Necesitan algo que les convenza de seguir adelante, y ese algo eres tú. Sólo tú.

Siempre cuesta conseguir lo que uno se propone, pero ahí reside la felicidad: en la satisfacción de haberlo conseguido. Yo tengo claro lo que quiero, ¿y tú? ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar por aquello que anhelas?

Tienes un corazón difícil. Déjame que lo robe, al igual que hiciste tú con el mío.

No quieras ocultar, que has pasado sin tropezar.

Creo en mis tonterías, para hacer tu risa estallar.

Sólo con mirarte a los ojos.

Las palabras son para los débiles. Quizás es por eso por lo que la mayoría de la gente se refugia en ellas. No sabes lo que piensan. No sabes lo que, realmente, quieren decir. La razón, el poder pensar qué decir no nos hace totalmente auténticos. Porque un 'te quiero' no lo significa todo. No me sirve un 'siempre voy a estar ahí', necesito sentirlo, saber que va a ser así.

¿Por qué todas las palabras que dijimos acabaron enterradas? ¿Quién dijo qué? Soy incapaz de recordar las palabras que alguna vez cruzamos. Sólo me quedo con el sentimiento. Sentir que ya no estás ahí, que ya no te tengo. Que por mucho que diga, nada puede hacerte sentir lo que yo alguna vez sentí por ti.

Supongo que esto es el final. El final de algo que nunca comenzó. ¿Y cómo lo sé? Tú me lo dijiste. No hizo falta abrir la boca, porque la expresión lo dice todo. Y supe todo lo que pensabas, sólo con mirarte a los ojos.

Volver.

Tarde o temprano, siempre regresamos allí de donde nos fuimos. No sabemos porqué, ni por cuánto, pero volvemos allí donde nos sentíamos seguros. O donde pensamos que lo estábamos.

Volvemos con aquellos que han estado siempre con nosotros, que queremos y que no dudaríamos un instante en arriesgar todo lo que tenemos por conseguir una sonrisa de su boca. Al menos, yo lo pienso así. Quien me conoce lo sabe, que me dejo llevar por lo que pienso y por lo que siento. Siempre voy a estar ahí para quien lo necesite, en las buenas ocasiones, y en las no tan buenas; y que por muchas piedras que el destino nos coloque en el camino, somos capaces de saltarlas. Sin miedo.

Que con una palabra podrás generar inesperadas sonrisas. Y con otra, miedos e inseguridades. Pero son sólo eso, palabras. ¿Por qué les damos tanta importancia? Lo importante reside en los actos, en aquello que te demuestran las personas que te rodean. Vivo rodeado de decepciones, pero sé sobrellevarlas; intento quitarles importancia.

Pero hoy, lo siento, la decepción me ha superado a mí.

¿Puedo llorar? ¿Me lo permitís? Creo que es lo que necesito ahora.

'When the day is long and the night, the night is yours alone 

When you're sure you've had enough of this life, well hang on 
Don't let yourself go, everybody cries 
and everybody hurts sometimes'

Quién sabe.

Dudo que recordéis que hace más de un mes dije que abandonaría Twitter. Bueno, pues lo hice y no me arrepiento para nada. Sigo manteniendo el contacto con personas a las que adoro, esas que me han demostrado que me quieren en su vida. ¿Los demás? Buenas noches, y buena suerte. Un gran SUPR para todos vosotros.

Hacía tiempo que no escribía. He estado ocupado, para qué mentir. Ocupado con las obligaciones de la vida y, porqué no decirlo, intentando ser feliz. En parte, no me puedo quejar. Siempre queremos más de lo que tenemos, pero yo estoy satisfecho con lo que tengo ahora y, cruzando los dedos, esperemos que siga así. Creo que, por fin, estoy centrando mi vida; haciendo lo que me gusta acompañado de personas a las que no cambio por nada en este mundo.

- Renovarse o morir -

Puede que me equivoque. Puede que, de nuevo, mi vida vuelva a hundirse; por eso hay que aprovechar el momento. Aprovechar ahora que aún está a flote para nadar sin miedo. Nadar sin parar porque, todo lo lejos que llegues, es avanzar en este gran camino. No sé qué hago aquí... debo dejar esto y aprovechar el tiempo al máximo.

¿Volveré? Puede. O no. Quién sabe.

Lloro.

Esta semana ha sido muy especial para mí. He vivido muy buenos momentos, muchas fiestas, y todo eso con gente a la que adoro, a la que quiero. Nunca nada es perfecto, pero para mí estos momentos sí lo han sido.

Gracias a todas aquellas personas que lo han hecho posible. Y sí, lloro; porque a veces también se puede llorar de felicidad.

Supr.

¿Cuántas veces hemos deseado que la vida tuviese el botón de 'borrar'? Y yo me pregunto: si no lo hay, ¿por qué no lo creamos?

Es jodidamente difícil seguir adelante cuando no tienes nada a lo que aferrarte, cuando no hay nadie que piensa en ti, ni nadie a quién le importes mínimamente. Nunca he llegado a valorar una amistad, porque considero que no la he tenido. Siempre intentando salir adelante con una sonrisa, y la gente no hace más que pisotearte y clavarte puñaladas a la espalda. ¿Sabes? Me canso. Me canso de seguir adelante con todo esto. De preocuparme por todo el mundo, de intentar que sonrían cuando ni yo mismo soy feliz.

Son, como yo llamo, personas tóxicas. Esas que sólo llegan a tu vida para joderte y no te hacen ningún bien. A partir de ahora, voy a evitarlas. Voy a suprimirlas de mi vida tan fácilmente como si de un botón se tratase. Es una de las decisiones más duras de mi vida, pero debo hacerlo.

Como ejemplo, está Twitter. Si estoy en él es porque es mi vía de escape de la realidad. Un sitio donde estoy a gusto y nadie me juzga. O mejor dicho, donde nadie me juzgaba. He pasado muy buenos momentos, y he conocido a gente a la que no quiero olvidar jamás pero, por otra parte, hay gente que me ha hecho mucho daño. Más de lo que ellos mismos piensan. Así que supongo que toca despedirse por tiempo indefinido.

Ahora toca ser feliz. O intentarlo, al menos.
Un gran SUPR a todos aquellos que algún día me hicistéis llorar.

Y recordad: nunca perdáis la sonrisa, porque yo no lo haré.

Fever.

Hacía tiempo que no escribía. Las entradas de enero están vacías. El mes en sí, ha sido un mes vacío. Sinceramente, no me llevo nada de este mes. Ha sido un tiempo de transición entre lo que fui, y lo que soy ahora.

Como siempre digo: las personas no cambian, simplemente, evolucionan. Y eso es lo que he necesitado hacer en este tiempo. Quería descubrirme a mí mismo (aunque pienso que no lo he conseguido todavía), saber apreciar lo que verdaderamente importa; aún necesito un tiempo de reflexión, de saber en qué dirección encaminar mi vida, qué es lo que quiero tener, y qué es lo que debo dejar atrás, en el pasado.

La vida no es fácil, nadie dijo que lo fuera. Pero intento sobrevivir a ella de la mejor manera posible. Muchas de las veces cometo errores, eso demuestra que soy humano, y un tanto retrasado, para qué mentir. Muchas otras, la vida me enseña a valorar esos pequeños detalles del día a día, esos que a mí tanto me gustan, y que tan poca gente sabe apreciar.

Lo dicho, enero termina (y menos mal). Ha sido un mes difícil... de adaptación, de dudas, de pocas sonrisas. Entro a febrero con el pie derecho, con más valor que nunca, con ganas de sonreír, de ser feliz (o intentarlo, al menos). Espero que, en este nuevo paso al frente, la vida no decida volver a ponerme la zancadilla.