9.09.2015

Sigo siendo, porque sigo.

La odio. Odio esta puta sociedad en la que vivo. Odio este siglo de 'avances' tecnológicos en el que no hacemos mas que retroceder en moralidad. ¿En serio nadie se da cuenta de todos los valores que estamos perdiendo? ¿Soy el único al que le duele el corazón cada vez que lo piensa?

En fin, qué le vamos a hacer. Sigo siendo un incomprendido. Sigo siendo ese idiota al que manipulan como quieren, al que se le queda cara de tonto cuando se da cuenta de cómo lo tratan. Sigo pensando que nunca encontraré un sitio para mí, ni nadie con quien compartirlo. Unos días creyendo que lo tengo todo... y otros, sin nada.

Lo peor de todo es que estas palabras me suenan. Joder, ¿no hay manera de cambiar esto? ¿Voy a seguir así toda la vida? Supongo que aún no ha aparecido nadie tan valiente. Alguien que me haga olvidarme del día en el que vivo, que comparta risas, llantos y, porqué no, unos revolcones. Me da por pensar que esa persona está más cerca de lo que creo. Que, por fin, esta vez será la buena. Pero siempre acabo pegándome la hostia. Necesito que, por una vez, alguien me de luz verde para continuar y saber que va a estar a mi lado.

Siempre he vivido de ilusiones. ¿Por qué no una más? Aunque supongo que, como siempre, me tocará esperar. Así que, aquí sigo. Porque sí, sigo.

9.06.2015

23, y no son centímetros.

Y, como viene siendo habitual, ya tocaba pasarse por aquí.

He aprovechado para releer las entradas de mis cumpleaños y, joder, parece que no ha cambiado nada. Parece que esto no evoluciona. Todos los años me encuentro en una situación parecida: dándome cuenta de lo que tengo alrededor, de cómo es la gente en realidad. En fin, sudo.

Sí, he decidido que paso ya. Ya está bien de marear, anda. Creo que muchas veces doy mucho más de lo que recibo... y así voy, de decepción en decepción. Voy a centrarme en mí, ser un poco egoísta y cuidar de mis amigos. De los de verdad. ¿A los demás? Que os jodan.

Y espero que esto no se quede sólo en palabras. De verdad, necesito un cambio.. y de los grandes. Qué bien estuve cuando me fui, y qué asco volver. Siempre las mismas gilipolleces, bah.

Aunque, a pesar de todo, aquí estoy.. con mi habitual sonrisa, demostrándole al mundo que soy mucho más fuerte de lo que se piensa y que hace falta demasiado empuje para hacerme caer.

Nada más. Felices 23, para mí.