Ya puedo sumar otra decepción más a todas las anteriores.
Sí, tú eres mi decepción. Me ilusioné por ti, siempre hice todo lo posible para que estuviéramos a gusto el uno con el otro, sin barreras, siendo nosotros mismos. Entendía nuestros juegos, nuestras miradas de complicidad, nuestros pactos. Todo lo que busco en una amistad, en una verdadera amistad, que destruiste en segundos.
Te di una oportunidad, ¿y qué has hecho tú? Decepcionarme.
¿Qué hago yo ahora? Me sentaré a ver llover. Porque como suele decirse: 'Siempre llueve sobre mojado'.
Nadie dijo que la vida fuera fácil, y desde luego que no lo es. Me siento incomprendido, sin nadie ni nada a lo que aferrarme. ¿A dónde acudir en estos momentos de soledad, si sólo estoy yo?
Me he cansado de todo y de todos. Ya no tengo ilusión por nada. No vivo, no siento. Lo único que me apetece ahora es meterme debajo de la manta y no salir en mucho tiempo, esperando que la sociedad haya evolucionado, y haya sitio para mí, para otro incomprendido más.
De momento, sólo cabe esperar. ¿Llegará alguna vez esa persona que me acepte tal y como soy? Alguien que me entienda, que me calme, que me excite, que me quiera. Para entonces, supongo que me habré cansado de esperar.
Y aquí me encuentro, llorándote como cada noche. Confundido, triste, melancólico.
Creo que nunca llegaré a entender el porqué de todo esto. No entiendo porqué te quiero tanto, después de todo el daño que me has hecho. Nunca sabrás todo el dolor que he sentido, tus 'te quiero' vacíos de sentimiento, tus sonrisas carentes de esperanza. Qué bien lo supiste ocultar.
Me hiciste creer cosas que nunca llegarían a ser, y es que no aprendo... Perdí todo ese tiempo. Ese tiempo que creía nuestro, y resultó ser sólo mío. Supongo que tendré que aceptar que no eres para mí. Pensaba que lo había hecho ya, pero no, siempre vuelvo a lo mismo. No encuentro la manera de olvidarte, de sacarte de mi cabeza... ¿Cómo olvidar esa carita de no haber roto nunca un plato? Esos ojos, esos labios.. esa ternura cuando me decías que querías pasar el resto de tu vida junto a mí.
¿Y ahora? Todo eso se desvaneció en cuestión de segundos. No sé si por tus múltiples errores, o por mis múltiples defectos, pero desapareció. Ya nada sería como antes, y es que sólo de pensar que no podré besarte... Otra vez.
Y eso es todo. Aquí pusiste punto y final, un final no tan dulce como el deseado. Supongo que tendré que acostumbrarme a vivir sin ti. Sólo quiero que recuerdes que algún día te quise y que, por favor, no me olvides, porque yo nunca lo haré. Es cuestión de tiempo que encuentre a alguien... ¿A alguien como tú?
