9.06.2019

Quiérete mucho, maricón.

Anda que no ha llovido. He estado tan abstraído de todo, que ni siquiera me he acordado de pasar por aquí. De venir a escupir todo lo que llevo dentro. De expresar y desahogarme como no puedo hacer con nadie.

Ha pasado más de un año. Me he dejado llevar. He olvidado muchas cosas, y no he dejado de pensar en muchas otras. Pero, en rasgos generales, sigue todo igual. O eso quiero creer.

Pero no, nada está igual. Todo evoluciona, todo cambia. Y todo, por supuesto, mejora. He estrechado lazos que me han hecho ser más fuerte. Tengo el apoyo incondicional de gente que me valora por cómo soy, y no por mi apariencia. Tengo muchas dudas, pero también muchas decisiones y pasos en firme. Éste es el camino que he elegido, porque ésto es lo que quiero. Y qué miedo da la incertidumbre, el no saber si haces bien o mal, o saber que sólo hace falta un instante para que todo termine.

Pero no, esto no ha hecho más que empezar. Bienvenido al calor, a la ternura, a la libertad.
Bienvenido a tu vida y, por supuesto, bienvenido a los 27.

Aún, me hiero.
Aún, te quiero.

Prometo volver por estos lares y dejarte escrito.
Prometo volver al encontrarme, prometo volver a ser yo.

Felicidades, pequeño. Quiérete como los demás lo hacen contigo. Vales mucho. Y vuelve. Vuelve pronto.
Siempre, siempre, siempre... con esa incansable sonrisa.