12.06.2016

Hasta el final.

¿Por qué cuando las cosas nos van bien nos enpeñamos en darle una vuelta más para que vuelvan al caos en el que se encontraban? ¿No podemos ser capaces de asumir que la felicidad también es un estado de ánimo con el que sentirnos identificados?

Y, aquí estoy, una noche más. Asumiendo lo imbécil que soy. Dándome cuenta de las oportunidades que he dejado pasar por puros caprichos, por ir a lo 'fácil'. Y tan fácil, ¡oye!

Vuelvo a echarme de menos. Necesito dedicarme algo de tiempo. Necesito recuperar mi esencia, volver a ser ese chico que se levantaba con una sonrisa en la cara y tenía una vida despreocupada. Ay, qué jodido es esto de crecer.

Me encanta experimentar, descubrir nuevas partes de mí que no conocía. Me gusta evolucionar, forjar mi carácter, luchar por aquello que considero importante para mi bienestar. Sólo pido tiempo. Algo que nadie está dispuesto a ofrecerme.

Va, joder. Quizás vuelva todo a ser una ilusión... pero estás muy cerca de ese momento con el que llevas demasiados años soñando. ¿Y si hacemos un esfuerzo? ¿Y si luego lloramos de la emoción por lo grande que puede llegar a ser la recompensa? Venga, que sí, que se puede. Que yo puedo.

Así que va, coño: 1,25 y... ¡hasta el final!

No hay comentarios:

Publicar un comentario