4.01.2014

Lento.

Despacio. Sin prisa. Me estoy agobiando.

Y es que a veces, por mucho que quieras, no te sale. Muchas noches me acuesto pensándote, preguntándome cuándo será la próxima vez que nos volvamos a ver, que nuestros cuerpos se vuelvan a tocar, que nuestros labios se vuelvan a juntar. Y es que muchas veces no dejo de pensarte, de sentirte, de querer tenerte a mi lado y no soltarte nunca más.

Otras, muy a mi pesar, me dedico a recordar todo lo malo. Todo eso que nos ha hecho llegar hasta donde estamos hoy. Y es que soy una persona muy sensible, a la par que celosa. Hace tiempo que decidí mostrar quién soy, siempre reservándome para mí lo más especial. Pero esta sociedad no se da cuenta. Tengo ganas de huir de esta hipocresía, de esta gente sin humanidad ni sentimientos. Me canso tanto de todos ellos... Y, porqué no decirlo, de ti.

Hace tiempo que aprendí que no todos los conocidos son tus amigos, que no todas las sonrisas son verdaderas, y que no siempre el afecto es correspondido. Me he dedicado a aclararme, a apartar de mí todo aquello que no me hacía bien o, simplemente, no me aportaba nada a mi vida. Estoy dejando espacio para lo nuevo... porque algo grande está a punto de llegar, sólo es cuestión de sentarse a esperar.

En fin, quizás soy demasiado iluso pensando que con mis pequeños actos predicaré la bondad y conseguiré extinguir la falsedad.  Aún así, no cesaré en mi empeño de construirme como una persona franca y generosa, ignorando las habladurías de una gente que ni me viene ni me va. Como siempre digo, el tiempo pone a cada uno en su lugar.


' N e c e s i t o    m i    e s p a c i o '


Quiéreme despacio, con suavidad, con calma, sin prisas. Hagamos el amor lentamente, disfrutemos. Nadie nos puede quitar lo que es nuestro. Y la verdad es que el mundo funciona mucho mejor así.

¿Para qué estar bien, si puedes estar mejor? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario