Me prometí a mi mismo que si volvía por aquí, ya sería definitivo. Y, sinceramente, creo que será lo mejor.
No sabes cuánto me duele ver que todos estos años no han servido para nada, que has tirado a la basura todo lo que hemos construido. Que toda esa confianza, todas esas palabras… se las ha llevado el viento.
¿Por qué eres tan imbécil? ¿Por qué me haces daño de esta manera? Aquí estoy, otra noche más, llorando por tus caprichos. Intentando creer que todo va a cambiar y que esto es sólo una mala racha. Pero no, la desconexión es inminente. Y me jode. Me jode haberte avisado. Me jode haber intentando por todos los medios que esto no naufragara. Y, mientras yo me ahogaba, tú seguías remando hacia la marea.
Qué valor. Qué valor tratarme así con todo lo que hemos vivido. Qué valor tratarme así con todo lo que te he cuidado, con todo lo que te he querido. La has jodido pero bien, chaval.
No entiendo que digas que me quieres pero que sólo sepas hacerme daño. No sé si será la edad, la inmadurez, o que realmente no has sabido valorar lo que tenías. Muy pronto se acostumbra uno a lo bueno. Pero lo bueno, hay que cuidarlo.
Y ha sucedido justo lo que yo no quería: he vuelto aquí. A escribir, a desahogarme, a llorarlo todo. He vuelto para quitarme todo esto de encima, porque me encantaría poder solucionarlo, hacer borrón y que nada de esto hubiera pasado, pero es que no puedo. Y eso es lo que me jode, que no controlo la situación. Que todo dependía de ti, y tú no has sabido manejarlo. Te has dejado llevar por deseos e impulsos, los cuales ya estabas avisado que te iban a llevar por el mal camino. Pero, una vez más, tu egoísmo ha podido con todo eso, y más.
Y me entristece, porque llevo mucho tiempo pensando en esto. Poniendo luz a un encuadre nocturno que me ha colapsado. Y al final, pues bueno, volví a quedar de tonto. Me tomaron el pelo de nuevo, así se siente. Enhorabuena, ya tienes lo que querías. Ahora disfruta de tu premio y déjame tranquilo.
Siempre he dicho que estoy para vivir el ahora. Pero ahora, la que llora soy yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario